Una de las modalidades de fotografía más complicadas es probablemente la fotografía de paisajes.
Al capturar una foto de un paisaje normalmente buscamos un encuadre lo más amplio posible. Para ello necesitamos trabajar con objetivos de distancia focal corta, entre los 16mm y los 24mm estaría bien.
Para capturar el movimiento de los árboles, las olas del mar o la corriente de un río tenemos que utilizar velocidades de obturación bajas, lo que nos obliga a cerrar más el diafragma para contrarrestar la luz que entra a través del objetivo.
Elegir el momento para hacer una foto es determinante para obtener un buen resultado. Los días nublados dan una luz suave, reduciendo el contraste, por el contrario los días soleados, en las horas centrales del día, generan una luz dura, con sombras muy acusadas y fuertes contrastes.
El amanecer y el atardecer son los dos momentos del día en que el color de la luz, su suavidad y su ángulo ayudan a producir fotografías impresionantes.
18 diciembre 2012
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